Técnicas prácticas para que las plantas regalen más flores.
Realizar una poda adecuada, es garantía de floración abundante y sana al llegar la primavera.
La mejor época para podar las plantas es luego de finalizar el invierno, cuando ya no existan peligro de heladas.
La poda no se debe adelantar, porque se corre el riesgo de que la planta sufra por las bajas temperaturas de las heladas tardías. Tampoco es conveniente dejar pasar mucho tiempo, porque la floración coincidirá con la llegada del verano.
Los Rosales de pie bajo, son probablemente las plantas más utilizadas en los jardines.
Los arbustos se podan desde el vaso, quitando las ramas centrales y las que pueden perjudicar la fortaleza de las otras ramas.
Androcybium rechingeri - Foto: Regina Motta
Si la rama es de pequeño grosor, se dejan 3 yemas, si es gruesa, se dejan 6 yemas.
Se comienza dando forma a la copa, con cortes oblicuos hacia afuera, para que no se acumulen líquidos en la superficie. Utilizar en todos los casos tijeras muy bien afiladas y desinfectadas.
Cuando se trata de rosales trepadores, la poda de formación se hace más drástica al principio para dar lugar a la formación de una base estructural que, con el tiempo cubrirá el trillage o la pérgola del jardín.
Con el tiempo el mantenimiento se reducirá a quitar los chupones, las ramas muertas, las que se entrecruzan.
Columnea gloriosa - Foto: Regina Motta
Concluida la poda, suele ser suficiente con que la planta continúe recibiendo sol durante la mañana para florecer.
Con respecto al riego, cabe aclarar que si la planta está en maceta, se riega cada tres días, dependiendo, de la temperatura y humedad ambiental.
Si se trata de una planta en jardín, suele ser suficiente regar una vez cada cuatro días.
Las mejores condiciones para el desarrollo de los rosales es: zonas con inviernos fríos, helados, primaveras suaves y calor en verano.
Al podar se trata de establecer el equilibrio entre las ramas viejas y las jóvenes (de menos de dos años), comenzando por la forma exterior.
Para guiarse durante la poda, se marcan las zonas a recortar antes de comenzar. Despues de podar el exterior, se abren las ramas centrales para continuar la tarea.
Ipomoea horsfalliae var briggsii Foto: Regina Motta
Al concluir, la planta no tiene que exhibir demasiadas ramas, pues aunque la floración resulte abundante no tendrá muy buena apariencia.
Si bien cada planta tiene sus secretitos, estas son las tareas de poda generales para que las plantas se luzcan mejor.
1.- Quitar las ramas muertas, secas, quebradas.
2.- Retirar las flores marchitas.
3.- Quitar los brotes del pie de injerto.
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