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Amazonía

Autor: Javier Dominguez Angulo - Fecha: 22/02/2021
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Foto de Unplash, 2021

Aunque parezca sorprendente el negocio de la Amazonía no consiste en esquilmarla sino en que crezca mediante finos corredores selváticos.

Lindes y lindes agrícolas de finos corredores selváticos hasta llegar a la Mata Atlántica.

Precisamente algo parecido lleva haciéndose desde hace una década en la zona de Sao Paulo, creando pequeños corredores para conectar la Mata Atlántica, en cuyos espacios intermedios los sin tierra pueden establecerse y crear pequeñas explotaciones agrícolas, Corridors for life:



Por su parte la experiencia de la Red de Reservas Naturales de Costa Rica es asombrosa https://www.reservasnaturales.org/

A diferencia de lo que ocurre en el Estado de Sao Paulo, donde una selva fragmentada precisa ser interconectada, aquí son los Parques Naturales los protagonistas.

Para lograr aumentar la extensión de los Parques sin comprar costosos terrenos, la Administración costarricense da incentivos fiscales, administrativos y turísticos a los propietarios de tierras colindantes, a fin de que planten flora selvática compatible con sus actividades económicas y aumenten los corredores de fauna salvaje.

El resultado son actividades económicas compatibles con la selva, mientras ésta aumenta.

Llevan décadas haciéndolo y el ecoturismo se ha convertido en un potente motor de la economía costarricense, cosa que todavía no ocurre en el Estado de Sao Paulo.

Con todo la experiencia brasileña y la costarricense son actividades complementarias.

En resumen, lindes y lindes agrícolas de finos corredores selváticos, amazónicos, hasta llegar a la Mata Atlántica.

¿Por qué este diseño paisajístico y no otro? Esta propuesta nace observando el modelo de gestión ibérico del bosque, la dehesa.

La dehesa ibérica (Portugal y España) es un bosque clareado que se cierra si se abandona; el bosque se recupera de nuevo. Si se crea una gran red de corredores amazónicos en los lindes de los cultivos y las explotaciones ganaderas, se adehesa el territorio, logrando nuevas fuentes de ingresos para agricultores y ganaderos, con una tierra con un microclima más húmedo y con ingresos extra provenientes del ecoturismo.

Un paisaje diferente y llamativo que la gente estaría dispuesta a ver, porque rara vez la selva es linde de cultivos. Y, donde los cultivos o la ganadería se abandonen, se cierra la selva.

La experiencia paulista de interconexión selvática, la experiencia costarricense de agrandamiento de zonas protegidas y el diseño ecológico de la dehesa son un trío ganador para la Amazonía.

Javier Domínguez Angulo, paisajista, diseñador del Olivar de miel www.olivaresdemiel.es

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